LA FE EN LOS JÓVENES
Vivimos en tiempos donde la fe del cristiano se encuentra en crisis, quiere decir que el cristiano no está tomando en serio su compromiso con Dios. Hoy en día es un desafío para servir a Dios, puesto que el creyente se ve frente a diferentes cambios que viene de la sociedad misma como la globalización, individualismo, sectarismo, sincretismo, emocionalismo, egoísmo, hedonismo y otros.
El amor, pone la propia existencia y los propios talentos, al servicio del crecimiento de todos. Porque nuestra vocación más bella y profunda es la comunión, que nos invita a vivir en la realidad humana con todas sus dificultades, a vivir siendo imagen de esa comunión profunda que existe en la misma eternidad. Hoy se necesitan jóvenes con compromiso, que estén dispuestos a enfrentar las muchas características que presenta este tiempo.
En la juventud se desarrolla fuertemente nuestra personalidad, se deciden los valores que guiarán la vida, se descubre la vocación personal y se empieza a forjar conscientemente el proyecto de vida. No cabe duda de que la juventud es la etapa privilegiada para poner los cimientos y empezar a forjar líderes sólidos y capaces.
El liderazgo compartido y responsable que requiere la vida comunitaria en la Pastoral Juvenil siempre debe hacerse con el espíritu de servicio del que nos dio ejemplo Jesús. El término más adecuado sería líder servidor, ya que el solo concepto de servidores también puede aplicarse a personas que no desarrollan o ejercen funciones de liderazgo en la iglesia o en la sociedad. Ser servidores del evangelio al estilo de Jesús es ser líderes, pues Jesús es el líder más grande que ha existido en la historia.
Sabemos que "un joven solo, contra corriente no puede mantenerse en una vida cristiana hoy en día; ha de integrarse en una comunidad viva, que puede ser parroquial, o un movimiento, o en un colegio. En esa comunidad ha de alimentarse con la oración y los sacramentos y formarse bien. Así se mantendrá el fuego del Espíritu Santo y podrá ejercer apostolados".
La pastoral juvenil, sea en parroquias, colegios católicos, movimientos apostólicos, debe ser un semillero de líderes cristianos para la iglesia y la sociedad. La mayoría de los jóvenes tienen la oportunidad de crecer como líderes cristianos, seguidores auténticos de Jesús, conscientes, libres y responsables de sus actos.
"El Papa Benedicto XVI, dijo que muchos católicos conocen a Cristo sólo por inercia, por fuera; Jesús pregunta quién decís que soy yo, y Pedro, en cambio, tiene un conocimiento íntimo, sabe que es el Hijo de Dios vivo. Cuando un joven tiene un encuentro personal con Cristo, su fe queda arraigada; hay que animarles a que se esfuercen por conocer a Cristo; con oración, sacramentos. Debemos centrar la pastoral más en el encuentro con Cristo que en otras cosas más externas".
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